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50 Aniversario de la Promoción 64/65
4 50 Aniversario de la promoción 64/65
12 POR NUESTRO CINCUENTA ANIVERSARIO tados (unos con nudo español y otros con nudo
Windsor, que de todo era preciso aprender con
Fue en mayo, el mes dedicado a Ella. el Hermano LLoys), la frente más alta y la raya
del pelo más torcida. Y, por fin, había una orla de
En el vestíbulo (que los que no aprendieron la- fotos perfiladas y aspecto más serio de no ser
tín con el Sr. Díaz llaman hall, y pronuncian “jol”) por el maldito acné que ocupaba algunos pómu-
habían colocado una mesita cubierta con un los haciendo estragos en la autoestima. Esa foto,
mantelito sobre el que esperaban unas bolsas precisamente esa, nos la colocábamos sujeta
repletas de recuerdos tangibles, y detrás había con una cinta al cuello, como identificación de
una pizarra de corcho donde se crucificaban con hace ¡CINCUENTA AÑOS!
chinchetas antiguas fotos sepiadas de niños con
traje dominguero de chaqueta, corbata y un sor- En la bolsa -previo pago- había catálogos de va-
prendente pantalón corto, con un señor sentado rias promociones con tapas orladas del escudo
con gafas y una estilográfica en el bolsillo superior estilizado del Colegio, ese que se corona con el
de su chaqueta, lo que indudablemente le cualifi- IHS y las enormes alas de la gaviota cuya enver-
caba como “el profesor”. ¿Quiénes eran? En otra gadura abarca toda la cabecera.
persistía el aspecto dominguero pero el pantalón
se había estirado y era ya largo aunque sin apo- Nos agrupábamos en corros, uno aquí otro allá:
yarse en los zapatos, y los nudos de las corbatas ¡Nunca te habría reconocido!, pues tú estás igual,
-todas rayadas en diagonal- parecían más apre- Bueno has crecido a lo ancho y la raya del pelo
se ha hecho más ancha hasta alcanzar la calvicie.
¡Y llevas gafas! Sí, para lejos y para cerca. ¡Pues
dame un abrazo!
¡Pero falta gente! -se sorprende Pedro Mayor- y
habían confirmado…
Supongo que irán llegando poco a poco -anima
Ramón Rocamora-, están mayores y son más
lentos…
¡Pero se avisa, joder, se avisa…! Mira qué esfuer-
zo tan singular -tan ignaciano se podría decir-, y
tan de agradecer el de Vicente Rodes Pérez (ese
pintor villenero cuajado de bohemia y de presti-
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