Page 9 - Periscopio27
P. 9
XXV Aniversario de la Promoción 89/90
tener que ir. Mítica fue la actuación de
aquél que “se marcó” un solo interpre-
tando una canción de Spandau Ballet.
Tampoco se nos olvida.
Quizás ellas se encontraban más có-
modas con los Festivales, pero con
el Test de Cooper sufrieron. Y mucho.
Doce minutos de infierno dando vueltas
al Estadio.
En las clases nos empezaron a dividir
en función del mayor o menor aprecio
que le tenía cada uno a los números, es
decir, las Matemáticas. Así, unos estu-
diaron más latín que otros, aunque to-
dos pudimos disfrutar de Tina Royo. Los
amantes de los números gozaron más
de la tabla periódica o la biología con
María Antonia o Lidia.
Todos seguimos profundizando en que era el cantante el que se llamaba otras como Angelines y sus análisis sin-
nuestro bilingüismo de castellano e in- como él. tácticos, Reyes y su sarcasmo, Fernan-
glés con el Padre Mairata y posterior- do Moreno, Josep, Paco Hernández (de
mente con Jaime Reus. Pero queríamos Esos años de BUP también los recuerdo dibujo), el Padre Gallach y una magnífica
más, y nos hicimos valenciano parlantes porque debimos ser objeto de un expe- persona como era Don Eloy.
hasta la médula, en contra de nuestra rimento de los Jesuitas, ya que tuvimos
voluntad y con mini huelga incluida. como profesores a algún que otro joven Dejamos atrás BUP y nos “echaron”. Sí,
De Geografía aprendimos una barbari- Jesuita que conectó muy bien con no- nos “echaron” al CESA para hacer COU.
dad. Gracias entre otras cosas a los mé- sotros, como Juan Llop o Manolo Reus. En el fondo, yo creo que eso nos per-
todos revolucionarios del Doctor Ramos No puedo tampoco olvidarme de otros u mitió hacer una transición menos trau-
como el Philips Seis – Seis. Y también mática a la Universidad o a dónde fuera
gracias a otros como aquél que tenía cada uno. De nuevo llegaron más chi-
nombre de cantante de rock, aunque él, cas, muchas chicas. Al final consiguie-
más chulo que un ocho, siempre decía ron que los chicos nos convirtiéramos
en minoría. Quién nos lo iba a decir tres
años atrás.
Ese último año fue especialmente duro y
exigente en lo académico, pero es que
la espinosa Selectividad lo requería. Nos
hartamos de hacer comentarios de texto
y de comer bocatas en el Bar del CESA,
en la Goteta, en San Carlos o en el Ba-
rrio Obrero.
Y sin darnos cuenta, terminamos COU,
hicimos la Selectividad y nos fuimos. Sí,
nos fuimos del Colegio para siempre. O
no, quizás no, pues realmente nunca
nos hemos ido del todo, porque este
Colegio nos ha dejado huella a todos los
que pasamos por él, y prueba de ello es
vuestra presencia hoy aquí.
Periscopio 2015 9

